Me llamo Dora y soy tan antigua como el
mundo. Mi nombre se parece a door (puerta en inglés), puesto que en
el fondo soy una puerta entre dos mundos. Dentro del sol hay una
ciudad y en cada planeta hay una embajadora. Yo soy la embajadora de
la Tierra y mi misión es proteger la Tierra e informar a Sol. Todos
los embajadores somos adolescentes o, al menos, tenemos esa
apariencia. Kanila, la embajadora de Venus, y yo somos las dos únicas
chicas. Se supone que en los otros planetas no hay vida, pero la hay.
Ahora estoy en una mazmorra de Sol, se
me acusa de no saber cuidar la Tierra, de no poder hacer nada para
que no haya guerras, ni peleas, ni contaminación… En el fondo
tienen razón, he hecho de todo pero me van a matar y van a destruir
la Tierra… Me matarán pronto, mi única esperanza es que Kanila y
Zaqui (el embajador de Neptuno) encuentren algo tan puro en la Tierra
que me salve o me dé otra oportunidad. Zaqui entró corriendo en la
celda, me agarró de la mano sonriendo y me arrastró fuera
corriendo. Cuando llegamos a la sala de reuniones de Sol me enteré
de todo. Una niña en Rumanía había dado su vida al lanzarse a un
río a por su hermano. Sonreí, no pude evitarlo, aquella niña con
su vida había salvado la mía y la de todas las personas de la
Tierra.
Poco a poco voy mejorando Tierra. Jamás
será perfecta, pero sí mejor.
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