Psique abriendo la caja de Pandora, John William Waterhouse. |
Luke tenía 12 años,
era alto y de pelo negro como el azabache. Le gustaba jugar a la
PlayStation con su mejor amigo León, un niño de otros 12 años,
bajito y con el pelo largo marrón dorado. Luke era un gran viajero y
León, que vivía en un chalet con jacuzzi, prefería quedarse
jugando con su PSP. A los dos les gustaba el cross y tenían dos BMX.
Un día se fueron a
un río para pasar la tarde, pero después de haber comido, una cosa
les llamó la atención. Una cosa de color plata se movía entre los
árboles. De repente una flecha pasó como un rayo a un milímetro de
la oreja de León.
- ¡Corramos!
— aconsejó asustado Luke.
Echaron los dos a
correr como locos para escapar de una lluvia de flechas plateadas. Al
final se escondieron detrás de una gran roca y lograron darles
esquinazo.
- Los conozco, son
elfos, grandes cazadores — dijo animando León.
- Eso es imposible,
no existen — rebatió Luke.
- Pues me temo que
ahora sí — dedujo León.
De repente unas
manos enorme los agarraron por la frente y los empujaron hacia sí.
Los cubrió de barro y luego los dejó en paz. Escupiendo lodo, Luke
abrió los ojos y vio ante él un adolescente de unos 16 años, alto
y muy corpulento.
- ¿Quién eres?
— masculló León.
- Soy Black, hijo
de Ares — respondió el chico.
- ¿Un hijo de un
dios? ¿En serio? — preguntó Luke, alucinado.
- El mismo — sonrió
Black.
- Debéis llevar
cuidado con estos bosques, hay una batalla entre dioses y monstruos
— advirtió Black.
- Y, entonces, lo
que nos acaba de perseguir ¿qué es? — preguntó León.
- Titanes
— respondió Black.
El chico los llevó
hasta una cueva y allí los dejó.
Volvieron a casa y
allí encontraron una cajita de madera y oro. Luke se acercó pero
León le dijo:
- ¡No la toques!
¡Es la famosa caja de Pandora!
Se quedaron los dos
mirándola y luego León exclamó:
- ¿Y si la guerra
está originada por esto?
Luke la cogió y se
la dio a Black, que se la dio a los dioses y al final se acabó la
guerra.
A León le dieron
una moto y a Luke el Call of Duty.
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