lunes, 4 de marzo de 2013

8 de marzo: Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras

Esta semana no podíamos olvidarnos del 8 de marzo, el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras. Y para celebrarlo qué mejor manera que leyendoles a nuestros/as hijos/as la historia de una o varias mujeres son protagonistas de su propio destino. O, tal vez, dedicándonos un ratito a nosotros/as mismos/as para disfrutar de estos hermosos cuentos que, aunque catalogados de infantiles, no nos van a dejar indiferentes.

¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa?, de Raquel Diaz Reguera.

Carlota era una princesa rosa, a la que no le gustaba nada de nada ser ni princesa, ni ser rosa. Ella quería mancharse la ropa, correr, volar, vivir las miles de aventuras que había soñado siempre, vestir de tantos colores como le entrara en gana (incluso de azul), rescatar principes de las garras de los dragones y no besar sapos, etc. 
Carlota no se resignaba al papel al que le habían destinado por haber nacido princesa de cuento, y quería tener las mismas oportunidades que los príncipes...
Al final del cuento, ¡hasta los principes azules se acaban rebelando y se preguntan porqué no pueden vestir de rosa!

Un cuento lindo sobre la igualdad de oportunidades, los roles de género impuestos y la necesidad de las personas de buscar un destino propio.


 

Julia, la niña que tenía sombra de chico; de Christian Bruel y Anne Galland (Ilustraciones de Anne Bozellec)

A Julia todo el mundo le decía, incluso su padre y su madre, que no era como todo el mundo, no era como las chicas, hacía cosas de chico. Un día se da cuenta de que su sombra no es la de una niña, sino la de un muchacho... y se va en busca de un lugar donde no tenga que verla. 
Es la historia de una niña que va en pos de la libertad, hasta darse cuenta de que la libertad es ser ella misma. Un libro para reivindicar nuestras señas de identidad como algo personal y de derecho, contado desde la ternura, ilustrado desde una austera belleza, hermoso y necesario.
Un cuento que, a pesar de haber pasado 30 años ya desde que fuera escrito, está de absoluta actualidad. 

Rompe los estereotipos marcados junto a Julia y su sombra. Para que la búsqueda de la propia identidad sea un derecho real de los niños y de las niñas.



La evolución de Calpurnia Tate, de Jacqueline Kelly.

Calpurnia Virginia Tate, o Callie Vee, es la única niña de una familia texana del último año del s.XIX. Su madre quiere inculcarle todas las cosas que una mujer debe de conocer: piano, costura, cocina, modales... pero Calpurnia quiere ser científica. Ella es una chica observadora, a la que le encantan la naturaleza, los descubrimientos. Será su abuelo quien la ayude a dar sentido a las preguntas que se hace constantemente, a encontrar las respuestas a las dudas que le plantea la naturaleza, pero también sus propias dudas internas.
Una niña curiosa, que espera que el nuevo siglo avance los suficiente para poder ver sus sueños convertidos en una realidad.


Una novela juvenil sobre la evolución de una época, a través de la amable mirada de una niña.


Carolina, de Iva Procházková.

Un relato intimista sobre la madurez de una niña durante el proceso de independencia de Checoslovaquia. Sus inquietudes, sus sentimientos, sus tristezas, sus alegrías, su conflictivo amor por un chico... 
Todo empieza cuando sus profesoras de interpretación le piden que haga un repaso de su vida, y ella la irá hilando con delizadeza y sencillez, dejándose llevar por lo más íntimo de sí misma, guiándonos a través de su historia como si fuera la nuestra propia.
Así llegaremos a conocer a una adolescente Carolina, a través de sus reflexiones, pero también su mundo, un mundo que estaba, como ella en un proceso de cambio importante.

El camino hacia la madurez a través de la escritura, el camino hacia la independencia y hacia una misma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario